Porque esto es África
>> miércoles, 16 de junio de 2010
El mundial ha comenzado.
Normalmente no me gusta mucho el fútbol, considero que hay otros deportes con más talento/belleza que el fútbol.
Sin embargo, cuando se acerca el mundial o el Real Madrid juega un partido importante, me gusta sentir que formo parte de muchos millones de españolitos que, ensimismados y esperanzados, apoyan al equipo.
El mundial es una buena oportunidad que ofrece el fútbol para que nos unamos un poco y apoyemos juntos un sueño en común.
La sensación de estar en una terraza, con tus amigos, tomando una coca-cola/tinto/cerveza fresquita, con una tele grande y gritando al máximo cuando meten un gol, es indescriptible.
En 2008, con la Eurocopa, mis amigos y yo, las tardes de verano, en la avenida, en un banco y con una granizada, veiamos los partidos que proyectaban los bares.
El momento de la victoria, no sé contra quién fue la final, fue espectacular.
Todo el mundo saltanto, gritando. Pitos, voces, silbatos... La pequeña plaza de la Estrella sirvió como Cibeles improvisada mientras todo el mundo celebraba la Copa.
Se siente uno bien cuando te encuentras integrado en un ambiente tan grande.
Y este año, en África, allá lejos, espero que se repita lo mismo. Suerte.
Normalmente no me gusta mucho el fútbol, considero que hay otros deportes con más talento/belleza que el fútbol.
Sin embargo, cuando se acerca el mundial o el Real Madrid juega un partido importante, me gusta sentir que formo parte de muchos millones de españolitos que, ensimismados y esperanzados, apoyan al equipo.
El mundial es una buena oportunidad que ofrece el fútbol para que nos unamos un poco y apoyemos juntos un sueño en común.
La sensación de estar en una terraza, con tus amigos, tomando una coca-cola/tinto/cerveza fresquita, con una tele grande y gritando al máximo cuando meten un gol, es indescriptible.
En 2008, con la Eurocopa, mis amigos y yo, las tardes de verano, en la avenida, en un banco y con una granizada, veiamos los partidos que proyectaban los bares.
El momento de la victoria, no sé contra quién fue la final, fue espectacular.
Todo el mundo saltanto, gritando. Pitos, voces, silbatos... La pequeña plaza de la Estrella sirvió como Cibeles improvisada mientras todo el mundo celebraba la Copa.
Se siente uno bien cuando te encuentras integrado en un ambiente tan grande.
Y este año, en África, allá lejos, espero que se repita lo mismo. Suerte.
* Para todos los que pensamos: Porque esto es España :)
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