Día 12
>> sábado, 19 de junio de 2010
Día 12:
Recuerdo el momento en que todo comenzó. Ese reto que me planteé una noche aburrida, de esas que se suceden cuando ha acabado tu serie favorita y aún te quedan unos minutos antes de volver a la cama. Ese espacio de tiempo, con el ordenador delante y los apuntes al lado.
A escasos días para el comienzo de selectividad y con pocas ganas de estudio pero mucha ilusión por hacerlo bien, buscas otro método para cumplir tu pronóstico.
Y se te ocurre un plan, mientras te miras al espejo de enfrente. Una meta a conseguir para tu bienestar personal. Un organigrama de 12 días de buena alimentación.
Y lo llevas a cabo, compaginas los estudios con las frutas, los apuntes con el queso light y tus ganas las disuelves en sacarina. Pasa el tiempo.
Hoy, día duodécimo del plan, concluye el régimen y la selectividad.
En cuento al Gran Examen, se puede decir que he salido por la puerta grande. Griego ha estado muy fácil y ha supuesto una alegría para las escasas 30 personas que estaban, hoy, en el instituto, a las 8,30 de la mañana, dispuestas a concluir su último examen para poder decorar su estado del tuenti como muchos ya lo tienen. Ese fin que engloba en apenas tres palabras un sentimiento demasiado grande, sin final. El último desayuno ha constado de un café y de un dulce. Para variar. Luego , a media mañana, una molleta con jamón, tomate y aceite. Me lo merecía. El almuerzo constó de pechuga de pollo, en la merienda no pude olvidar a mi sandía y, luego, en la cena, comí con mis amigos un baguette en lo de Lobato.
No obstante, y lo más importante, es conocer si el plan ha surtido efecto.
Me pesé.
Y el resultado fue
...
...
...
...
...
Hoy, día 18 de Junio, peso 85 kilos 600 gramos.
Todo ha salido a pedir de boca. Y el plan ha funcionado.
Recomiendo a todo aquél que quiera marcarse una meta o un objetivo, y desee eliminar ese poco que nos sobra, que realice este plan, con todas las comidas que yo he hecho, bebiendo mucha agua y con voluntad. Mucha voluntad.
A escasos días para el comienzo de selectividad y con pocas ganas de estudio pero mucha ilusión por hacerlo bien, buscas otro método para cumplir tu pronóstico.
Y se te ocurre un plan, mientras te miras al espejo de enfrente. Una meta a conseguir para tu bienestar personal. Un organigrama de 12 días de buena alimentación.
Y lo llevas a cabo, compaginas los estudios con las frutas, los apuntes con el queso light y tus ganas las disuelves en sacarina. Pasa el tiempo.
Hoy, día duodécimo del plan, concluye el régimen y la selectividad.
En cuento al Gran Examen, se puede decir que he salido por la puerta grande. Griego ha estado muy fácil y ha supuesto una alegría para las escasas 30 personas que estaban, hoy, en el instituto, a las 8,30 de la mañana, dispuestas a concluir su último examen para poder decorar su estado del tuenti como muchos ya lo tienen. Ese fin que engloba en apenas tres palabras un sentimiento demasiado grande, sin final. El último desayuno ha constado de un café y de un dulce. Para variar. Luego , a media mañana, una molleta con jamón, tomate y aceite. Me lo merecía. El almuerzo constó de pechuga de pollo, en la merienda no pude olvidar a mi sandía y, luego, en la cena, comí con mis amigos un baguette en lo de Lobato.
No obstante, y lo más importante, es conocer si el plan ha surtido efecto.
Me pesé.
Y el resultado fue
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Hoy, día 18 de Junio, peso 85 kilos 600 gramos.
Todo ha salido a pedir de boca. Y el plan ha funcionado.
Recomiendo a todo aquél que quiera marcarse una meta o un objetivo, y desee eliminar ese poco que nos sobra, que realice este plan, con todas las comidas que yo he hecho, bebiendo mucha agua y con voluntad. Mucha voluntad.
* Para todos los que creemos que Imposible is nothing :)
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