Vertiras
>> martes, 11 de mayo de 2010
Lo que racionalismo y vitalismo son a raciovitalismo, pues verdades y mentiras son a vertiras.
Estamos expuestos diariamente a este fenómeno lingüistico y mental que conforman las vertiras.
Cuando ocultamos información total o parcial sobre algún aspecto, cuando decidimos disfrazar la realidad con meros adornos o cuando miramos de reojo a las personas queridas, pues nos es imposible mirarlas directamente a los ojos.
A veces, nos empeñamos en jugar con la vida, escondiéndonos detrás de vahos mientras esperamos que alguien nos venga a buscar, mientras contamos hasta 10 para lanzarnos a correr. Tener frente a frente a una persona querida y dibujar una sonrisa en su cara es algo que no cuesta tanto. Hay quien recurre a vertiras para mostrar sus sentimientos. Y no es justo, no es justo dedicar noches en vela soñando despierto, justificando tus palabras y lamentándote porque decidiste decir la verdad en ese momento. Duele menos una verdad a tiempo, que una mentira con retraso. Pero el uso de vertiras nos degrada aún más como personas. Porque no sirve de nada un te quiero si no se siente, igual que tampoco sirve un muñeco de madera si no tiene vida.
No seré yo quien tire la primera piedra, ni mucho menos - quizás cuando llegue mi turno ya ni queden piedras por tirar -, pero las últimas letras de esta entrada se las dedico a Pinocho: La primera vez que me engañes la culpa será tuya, la segunda, será mía.
* Para todos los que vigilamos nuestras narices :)
No seré yo quien tire la primera piedra, ni mucho menos - quizás cuando llegue mi turno ya ni queden piedras por tirar -, pero las últimas letras de esta entrada se las dedico a Pinocho: La primera vez que me engañes la culpa será tuya, la segunda, será mía.
* Para todos los que vigilamos nuestras narices :)
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