Virgen
>> miércoles, 8 de septiembre de 2010
Hoy es 8 de Septiembre, día de la Patrona de Ubrique: La Virgen de los Remedios.
Y hoy, también, es uno de los días más hipócritas que conozco.
Vestidos largos, cortos, palabras de honor, cuellos-sabrina, lentejuelas, encajes, jerseys, camisas, corbatas, trajes de chaqueta, todo tipo de tacones y mocasines más una media de 30 euros en peluquería. Este panorama de moda popular se cuece este día en Ubrique. Tal que un desfile glamouroso protagonizado por miles de modelos salta a las calles para reivindicar que la prenda de hoy es totalmente diferente a la del año pasado; y luego, ¡qué viva la Virgen de los Remedios!
Menuda falsedad. No sabeis hasta el punto que me asquea el hecho de ver como tantas y tantas personas se dignan a ir detrás de la figura santa en ademán de penitencia, para luego ir detrás de los coches a vomitar, borrachos/as como cubas.
Secundan la procesión, se asoman a los balcones como marqueses reales y maldicen al osado viento que les arruine sus ruizos. Debaten qué tipo de alcohol consumirán esa noche para luego, ante la Virgen, pedir salud para sus cuerpos. Y lo que es más, fingen ser devotos un día del año y cumplir con su Patrona; cuando luego la misma se queda todo el año encerrada en el Convento.
Yo, al menos, digo que no creo. Observo a la figura como lo que es, una figura. Y ni eso, porque debajo de ese manto bordado con hilo de oro, únicamente hay una pobre cabeza y unas manos. El resto son palos de madera. Y contemplo el palio con la belleza de una obra de arte, nada más, que en definitiva es lo que es. Y los modelos, ilusas divinidades ubriqueñas, pierden el tiempo lanzando sus ruegos. Ruegos y promesas que acaban disolviéndose en ron y en la caseta Playboy.
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