Forbidden Fruit
>> sábado, 9 de octubre de 2010
Tal como una manzana, fresca y suave.
La fruta prohibida desde tantos años, ahí se mantiene, firme. Segura y decidida como siempre, como siempre. Mírala, obsérvala. Gírala entre tus manos, retoza sobre su piel granulada. Hunde tu dedo en sus dos polos. Arriba y abajo, arriba y abajo. Delicadamente saborea cada milímetro de su textura, muerde cada zona de su piel, absorve su almíbar. Dulce. Muy dulce para tu sedienta boca, la cual no se contenta con comérsela. Imagina, sueña, vuela con su forma, con su frescura. Mojada del agua, como esa gotera fría que se desliza por su curvatura. Que corre por su ecuador ansiosa de arrastrar consigo todo resto de olor y sabor. Sí, respira fuerte, relájate. Salta, retuércete, goza, mastica, engulle. Manzanas ¿quieres?
(Ahora sólo lo rojo)
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