Politiquillos
>> martes, 12 de abril de 2011
Hace bastante tiempo que tengo este punto de vista rondando por mi cabeza, pero con el tiempo ha ido cogiendo tal forma y relevancia que, por más que he intentado agarrarme al respeto y la tolerancia, no he podido dejar pasar más días sin contarlo, sin soltarlo.
Sí, estoy rodeado de politiquillos. Pero no me refiero a los dirigentes. Creo que es algo aún peor: son jóvenes, adolescentes, semejantes... Son personas que conozco de hace tiempo y he conocido cuya vida parece girar en un perjuicio constante y una pasión ilógica al mundo de la política. ¡Por todos los demonios, que tienes 18 años! Esa es la exclamación que ronda todos mis sentidos cuando veo sus tablones, fotos, anotaciones, comentarios... ¡Tenéis 18 años! ¿No es acaso demasiado pronto para andar preocupado por estos "denigrantes" temas?
Vayamos por partes. Yo puedo entender, como persona madura e informada, que es normal que exista el deseo de conocer qué ideas gobiernan, quién lo hace, en qué se diferencian unos de otros, y todo lo que tiene que ver con esa corrupta espiral. Pero de ahí a esas exaltaciones que veo diariamente cuales miembros de un partido político se tratase me parece muy triste. Y me parece muy triste porque no considero que siendo tan jóvenes como sois - y somos - malgastéis sinceramente vuestro tiempo en pensar siquiera en algo que siempre y con total certeza va a acabar saliendo de otra manera, mientiendo, corrompiéndose y demostrando una vez más que nada va a cambiar. ¡No seáis politiquillos! ¡No seáis pequeños retales de una piel mugrienta, de esa temática tan alejada del espíritu de la juventud! ¿Y cuál es ese espíritu? Pues bailar, saltar, gritar, hacer el amor, comer, correr, investigar, cantar, dormir... vivir, en definitiva.
Cada cual es libre, y por eso me mantengo tras la línea del respeto y la tolerancia, pero no sé, quizás el mundo va más alla que de socialismos, comunismos, derechas, izquierdas e infinitos caminos cuya salida, y probablemente meta, no sea que la de hacer lo que todos prometen y nadie cumple. Id al cine, reíos en clase, disfrutad de vuestros amigos, besad mucho, llorad de vez en cuando y, cuando tengáis el papel en la mano para ejercer el voto, en esos cinco minutos previos, dedicadle entonces ese tiempo a la política, no más, en serio que no se precisa más tiempo. Y cuando crezcamos más, haced como yo, buscad un país donde se de el gobierno que os gusta, y marcháos a vivir en él, y si cambia, pues a otro país, y si vuelve a cambiar, a otro. Pero dejad de intentar conseguir que ese paraíso sea España, básicamente porque somos muchos y solo puede haber un Gobierno. Sin embargo, países hay muchos más :)
Sí, estoy rodeado de politiquillos. Pero no me refiero a los dirigentes. Creo que es algo aún peor: son jóvenes, adolescentes, semejantes... Son personas que conozco de hace tiempo y he conocido cuya vida parece girar en un perjuicio constante y una pasión ilógica al mundo de la política. ¡Por todos los demonios, que tienes 18 años! Esa es la exclamación que ronda todos mis sentidos cuando veo sus tablones, fotos, anotaciones, comentarios... ¡Tenéis 18 años! ¿No es acaso demasiado pronto para andar preocupado por estos "denigrantes" temas?
Vayamos por partes. Yo puedo entender, como persona madura e informada, que es normal que exista el deseo de conocer qué ideas gobiernan, quién lo hace, en qué se diferencian unos de otros, y todo lo que tiene que ver con esa corrupta espiral. Pero de ahí a esas exaltaciones que veo diariamente cuales miembros de un partido político se tratase me parece muy triste. Y me parece muy triste porque no considero que siendo tan jóvenes como sois - y somos - malgastéis sinceramente vuestro tiempo en pensar siquiera en algo que siempre y con total certeza va a acabar saliendo de otra manera, mientiendo, corrompiéndose y demostrando una vez más que nada va a cambiar. ¡No seáis politiquillos! ¡No seáis pequeños retales de una piel mugrienta, de esa temática tan alejada del espíritu de la juventud! ¿Y cuál es ese espíritu? Pues bailar, saltar, gritar, hacer el amor, comer, correr, investigar, cantar, dormir... vivir, en definitiva.
Cada cual es libre, y por eso me mantengo tras la línea del respeto y la tolerancia, pero no sé, quizás el mundo va más alla que de socialismos, comunismos, derechas, izquierdas e infinitos caminos cuya salida, y probablemente meta, no sea que la de hacer lo que todos prometen y nadie cumple. Id al cine, reíos en clase, disfrutad de vuestros amigos, besad mucho, llorad de vez en cuando y, cuando tengáis el papel en la mano para ejercer el voto, en esos cinco minutos previos, dedicadle entonces ese tiempo a la política, no más, en serio que no se precisa más tiempo. Y cuando crezcamos más, haced como yo, buscad un país donde se de el gobierno que os gusta, y marcháos a vivir en él, y si cambia, pues a otro país, y si vuelve a cambiar, a otro. Pero dejad de intentar conseguir que ese paraíso sea España, básicamente porque somos muchos y solo puede haber un Gobierno. Sin embargo, países hay muchos más :)
2 comentarios:
Puedo llegar a entender tu punto de vista, pero difiero completamente. Si bien somos jóvenes y debemos disfrutar de toda la "libertad" que ello nos brinda, abandonarnos a una ilusión de que "ya tendremos tiempo para pensar en ello cuando seamos mayores y debamos trabajar y criar a nuestros hijos" me parece una idea más que despreocupada, infantil.
Por eso digo: sí, vivamos la vida y la plenitud de no ser aún adultos -con todas sus preocupaciones-, pero interesémonos por nuestro futuro, lo queramos aquí o en cualquier otro lugar. Si no lo cambiamos nosotros, quedará tan cerrado y anticuado como lo están dejando los que nos dirigen ahora.
Saludos.
Ahora que tengo tiempo después de mis vacaciones, y perdón por la tardanza, puedo disponerme a contestarle.
Ante todo me alegra ver que lo que escribo suscita a los demás hasta el punto de recibir incluso comentarios, me siento orgulloso de saber que mis perspecticas ya no solo se quedan en mi.
Ahora me gustaría aclarar que, como bien cita el título de mi blog, todo y cuanto reside en él no son más que mis meros pensamientos y sólo ofrezco la interrogante de cuestionarse (que no emplearse) otros puntos de vista sobre algunos temas que considero importantes de comentar.
Después, aclaro que en ningún momento apelo a los lectores a que se hagan adultos, tengan hijos y vivan una vida conformista. Eso nunca saldrá de mis teclas puesto que esa conducta no es compatible conmigo. Únicamente deseaba difundir un poco de espíritu joven, un poco de tiempo libre a las mentes juveniles que tenemos. Que con 18 años y todas las hormonas revolucionadas, quizás haya cuestiones que debamos dejar un momento al margen. Y es entendible que debamos preocuparnos por el futuro, pero es que precisamente hay muchos años para hacerlo, pero los 18 - en nuestro caso - solo se viven una vez.
Gracias por comentar. El autor.
Publicar un comentario